Entrevista a PACO ISIDRO (I)

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Entrevistas de "EL LABARO"
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Charla con el famoso "cantaor" PACO ISIDRO, creador del inimitable estilo que campea en su célebre "fandango" de Huelva.
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Férvido creyente, le debe "lo que es" a la Reina de las Marismas Onubenses, la histórica y amadísima imagen de Nuestra Señora del Rocío. -- El canto regional que más le seduce es la jota aragonesa.
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Por PEDRO DE LA ESTRELLA
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LA PRIMAVERA HA VENIDO
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..Sí, llegó la Primavera con su luz, color y aroma. Con su cante. Y con su cante especial en esta tierra andaluza donde si se sacuden libros arrinconados podrán soltar o no algún polvo; pero lo que sí es cierto que si se sacuden niños salen cantando por fandangos, como el que no quiere la cosa; sabrán o no Geografía, pero no hay que poner en duda que desde pequeños son grandes aficionados al cante flamenco. Y es que tienen en este mágico arte una buena escuela. El profesor de ella fué, y lo continúa siendo, el célebre cantaor Paco Isidro, conocido y admirado en toda España y en algunos países extranjeros.
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Pues con Paco Isidro, a quien venero y estimo de veras por lo que significa artísticamente y por las cualidades de bondad y gentileza que atesora, me dispongo a charlar un rato con el fin de que sus interesantes opiniones de hombre del gran mundo artístico y folklórico sean saboreadas por mis amigos los lectores de EL LABARO, tan amantes de la estación de la luz y las flores como de las otras cosas buenas.
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Y paso a dar curso a la entrevista, sin más detenimiento. Ella será fruta que, mordida, nos dejará buen sabor en los labios como antes, sin menos aparatos metafóricos, lo indicábamos.
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ESA SENSIBILIDAD EXTRAORDINARIA DE PACO ISIDRO...
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Frente a este hombre de expresión sencilla pero excepcional en el alma, como lo refleja en cada momento, bien ante unos cuadros, o estatuas bien en el mismo arte que cultiva con maestría y personalidad propia, no hay más remedio que hacerle esta pregunta:
..-De no ser maestro en su arte, como lo es, ¿qué otro le hubiera gustado cultivar?
.. La respuesta de Isidro no puede ser más edificante para quienes crean que un cantaor no sale de su copa de vino ni de sus aplausos jaleantes. Por lo menos en este caso se equivoca.
..-Todas las Bellas Artes, pero en particular la pintura y la escultura me atraen. Ay, si yo fuera pintor o escultor. Mi sensibilidad, mi pobre sensibilidad se aflora y ennoblece cuando visito algún museo al llegar a alguna población de importancia. Se pone como de espumas. Y en las iglesias, tanto en las de las capitales como en las de modestos pueblos, hallo, a más del consuelo religioso percibido por todo buen cristiano, ese placer inenarrable del que se sitúa frente a los retablos e imágenes de aquellas épocas que jamás serán superadas. Sí, sí; crea y dígalo: pintor o escultor.
..-En fin, dígole a Paco. Es usted maestro del cante de Huelva, que en cierto modo pinta y cincela estados de ánimo, pasiones y otras circunstancias psíquicas difíciles de concretar en las plásticas. Ahora bien, es preciso que el lector sepa, por su propia definición de usted, cuál es su modalidad del flamenco; qué es cante jondo y otras cosillas con ello relacionadas.
..Isidro, que no fuma nada y no puede, por tanto, acariciar su contestación como lo hacen los más elegantes y aparatosos fumadores, responde con una sorprendente facundia:
..-Odio los apartados y las categorías, pero existen los estilos en el cante, y allá va. Cante flamenco y cante jondo es lo mismo. Es como un lamento que se clava en el alma; el jondo, quizás por ello reciba este nombre, con "h" aspirada que dicen los técnicos, ¿no es así?, penetra más, y para los no especializados constituye en muchos casos una mortificación. Yo lo admiro, pero comprendo que, con todos sus méritos, su público es más reducido. Entran aquí las seguidillas gitanas, las soleares, las serranas y... algunas más. Hay otro cante que se llama liviano en el que podemos catalogar las verdiales, tan admirablemente cantadas por Juan Breva, las granadinas y las alegrías de Cádiz. Y, por último, el cante regional con más amplios horizontes, ya que aquí podrían introducirse los de todas las regiones españolas que tanto respeto y cariño merecen, como la región aragonesa, asturiana, etc. y la serranía de Huelva.
..-Su "Fandango de Huelva", ¿en qué clasificación lo incluye?
..-A pesar de tener algo de sangre flamenca, una gotita nada más, y de estar animado de esa alegría y colorido del cante liviano, saliéndose de los límites del antes aludido cante regional, el fandango que he creado; el ya famoso "Fandango de Huelva", que tantos imitadores ha tenido a veces con menoscabo de su propia gracia, tiene un no sé qué distinto a todo lo demás, que ha cautivado a infinitos admiradores. Ese atractivo puede traducirse en una valentía arrolladora; en una fuerza y policromía de tonos insuperables que se elevan con un compás hecho mejor a la guitarra. El Niño Cabra creó un precioso fandango: el de Lucena; el Fandango de Huelva (y esto no es vanidad) le supera porque llega al alma, y ésta sí que quisiera que este fandanguillo se le clavara...
..-¿No lo hace?
..-No. Se entroniza como un rey, que no es lo mismo. Y allí, en lo profundo; sin nada terrorífico ni necrológico (recuerde usted cómo han interpretado el cante jondo los inmortales pinceles de Romero de Torres) goza incomparablemente el artista y los que les escuchan...
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EL ARTISTA Y SUS EMOCIONES DEL TIEMPO PASADO CON SUS EXITOS
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Triunfante ya lo objetivo, es necesario saber algo personal de Paco Isidro. Por eso le pregunto:
..-Hablemos de usted. ¿Cuándo se inició en su arte y estilo propio?
..-Empecé desde niño. Pero ya, con cierta formación y ante el respetable, lo hice por vez primera en Sevilla, contratado por el célebre Café Madrid, que entonces tenía una sala de fiestas llamada "El Tronío", en el mismo sitio de la calle Sierpes.
..-¿En qué teatros de España actuó?
..-En muchos... En los principales teatros de Madrid y los más notables de provincias. Guardo un recuerdo imborrable de mi actuación en el Pavón de la capital de España, con la obra "La Copla Andaluza", de Quintero y Guillén. Era figura femenina Olvido Rodríguez. Yo cantaba mi estilo, aunque acomodado a la letra de la obra. Ya sabe usted que salvo en estas ocasiones, mis letras pertenecen a mi repertorio y más de una vez han llamado la atención por la originalidad con que están concebidas y por la oportunidad con que las canto. Las noches de Madrid fueron de franco triunfo. También gustó otro compañero, el Niño del Museo. Traspasé las fronteras y actué en París y en Portugal. Por cierto que aquí ponían en los programas que confeccionaron con motivo de mi debut que el actuante era "el Profesor don Paco Isidro y olé". ¡Tiempos preciosos...!
..-Aún le duran, maestro...
..-Claro que sí, pero siempre "cualquier tiempo pasado... fue mejor...".
..-Y ahora, de las estrellas actuales que triunfan, ¿cuáles son las que cree más capaces de interpretar el flamenco, no el folklore?
..-Antoñita Moreno, Niña de Antequera, y ... otras; aparte de aquella gran maestra, puro sentimiento, ya retirada, que se llama la Niña de los Peines.
..-¿Ante qué personalidades de la política española actuó?
..-Ante casi todas. Ya lo sabe usted. Con esos recuerdos sí que se escribirían unas interesantes memorias. Debo decir, sin embargo, que no lo hice ante el Generalísimo Franco: aunque sí que lo efectué, con muchísimo gusto, ante la Marquesa de Villaverde, su hija.
..-¿Impresionó discos?
..-Sí; ahora estoy para hacer otros nuevos.
..-¿Películas?
..-Con el contrato y todo para actuar en "El embrujo de Sevilla"; pero por enfermedad me ví privado de ese placer.
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(Actuación de Paco Isidro en el Teatro Pavón de la capital de España, con la obra "La Copla Andaluza", de Quintero y Guillén).
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PACO ISIDRO Y SUS FERVORES DE CATOLICO PRACTICO
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El catolicismo de la revista y sus simpáticos lectores (si hay algún antipático no lo incluyo) me impulsan a las preguntas que yo llamo de rigor:
..-Como católico práctico que me consta es usted, ¿tiene la bondad de decirnos qué misterio de la vida de Jesucristo le enfervoriza más?
..-Indiscutiblemente los pasos de su Sagrada Pasión.
..-Sí?, le pregunto con alegría.
..-Sí, señor. Y me emocionan tanto, que por espontánea y libre voluntad pongo a disposición de Cristo y su Madre Dolorosa lo meritorio que haya en mi arte y les canto saetas en cuantas ocasiones puedo, en homenaje de fe y amor. De ello pudiera citarle interesantes anécdotas, pero me temo que seamos extensos y que el P. Director de "El Lábaro" (que dice usted que tanto aprecia y distingue a nuestro Chamaco), en esta ocasión nos mande a la calle por... extensos.
..-Creo que no. Díganos algo...
..-Era en Madrid hace unos años, y por Semana Santa. Una noche, yendo con otro amigo por el barrio típico que rodea a la parroquia de Santa Cruz, si mal no recuerdo, vemos avanzar por una estrecha calle, como si estuviésemos en Sevilla, al Cristo del Gran Poder, que, como saben ustedes, es copia muy bien hecha del auténtico venerado en San Lorenzo. No nos pudimos contener y pedí de favor en una casa de aquella estrecha calle nos dejasen subir a uno de sus balcones porque le iba a cantar una saeta. Lo cuento y se me pone la carne de gallina. Deferentísimos los dueños del piso, logré cantarle con toda mi alma al Señor que va al Calvario con la cruz al hombro. Llorábamos de alegría, de pena. Y hasta los dueños citados, que no pueden sentir estas cosas como nosotros, estaban emocionados. De pronto, el que dirigía el paso, viene hacia mí, también con las lágrimas saltadas, me abraza y me dice entregándome el mejor clavel rojo que llevaba Nuestro Señor: Soy sevillano; tenga usted esto de recuerdo de esta noche, que jamás olvidaré. Todavía, prosigue Paco Isidro, guardo en casa como oro en paño los restos de aquella flor, símbolo de estas emociones que no a todos el divino Jesús regala. Por eso, ¿no he de ser amante del Nazareno Paciente?
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(En la imagen, "el famoso clavel" que la familia de Paco Isidro aún sigue conservando). .
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..-Magnífico, Paco.
..-Pues hay otra cosa para mí más escalofriante. Ya esto en el mismo Sevilla y con la procesión del Gran Poder en la calle haciendo estación de Penitencia. En uno de los años de la República atea. Habían corrido graves rumores. Algún acto sacrílego cometerían con la sagrada y querida imagen, y era de temer la salvajada, ya que ésta era protegida por aquellas autoridades iconoclastas. Cuando yo ví venir a mi Señor por la calle de las Sierpes, camino de la Catedral, me voy con otros amigos y notables sevillanos a un conocido bar y desde su saliente balcón, tocando casi a la divina efigie, le canté esta saeta, que yo creo envalentonó a los católicos cobardes e hizo huir a los que intentaban enlutar páginas tan hermosas:
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Si alguien te alza la mano
o te ofende, Gran Podé,
te juro Dios soberano
que ese no ha podío nasé
bajo el cielo sevillano
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