ARCHIVOS SONOROS II

Discos de Pizarra
http://www.elartedevivirelflamenco.com/audio/isidrohuelva.wma

(fuente)
http://www.elartedevivirelflamenco.com/cantaores52.html
http://www.elartedevivirelflamenco.com/escuela35.html

ARTÍCULO Octavio


Modelos de "tarjetas de visita" de Paco Isidro con sus datos personales, para repartirlas, posteriormente, como fruto de una rica vida social y profesional.



Artistas de Huelva
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PACO ISIDRO TRIUNFA EN CADIZ CON "LA PAQUERA"

Ahora irá a Madrid para efectuar nuevas grabaciones de discos

Los sesenta y dos años de Paco Isidro no suponen freno para su actividad artística. El alterna el negocio con el Arte, aunque el arte sea el que más le atraiga. Sobre todo para los que han llegado a la sazón que trae consigo un decanato exigente, como exigida es su presencia en las reuniones selectas. La oportunidad de ahora para Paco Isidro -el de Huelva siempre está en oportunidad por su clase y por su prestigio- no se asentó en el palacio de este marqués o aquel conde, sino en una gran sala: la del Teatro Andalucía, de Cádiz, para ser figura base del extraordinario espectáculo de "La Paquera". Porque la jerezanísima artista pasea hoy por España la mejor y más lograda formación de intérpretes del folklore flamenco como son, también, la bailarina "cantaora" y recitadora Gabriela Ortega -prima del "Gallo"- "El Trompo" y otros que son portadores de la solera y hondura de una manifestación que se iba perdiendo entre mistificaciones absurdas. Ellos, en cambio, llevan por delante la pureza del cante y del baile.
Paco Isidro en Cádiz fue intérprete genial del fandango de Huelva -uno de ellos reproduce el "Fiario" alusivo al Conquero; sevillanas de su creación y los fandangos de Lucena por verdiales. Se ganó al público -recordó con su expresión y su decir al gaditano Aurelio Selles- y el triunfo, con repetición de las sevillanas de su estilo, hubo de tener culminación final muy simpática: la solicitud de autógrafos. Y Paco, con una emoción nunca tan inmensamente sentida, dejó allí hasta la última tarjeta de visita.

-¿Seguirá con "La Paquera"?
-Por lo pronto mañana -por hoy- debuto con ella en el Lope de Vega de Sevilla y después, Madrid, donde voy a realizar unas grabaciones nuevas.

-¿Se presentó en Cádiz sólo con la atracción de su nombre?
-No; ya me conocían. Estuve allí en un teatro hace quince años y como más cerca, en el 55, pero fue en fiesta privada en el "Cabo de Hornos", con ocasión de la boda de una hija de la condesa de Ibarra. El buque tenía que salir para Panamá a las cinco de la tarde y aquello fue tan grato que se demoró dos horas.

-¿Qué hace Aurelio, ese otro grande del cante?
-Pues no pude verlo, con gran sentimiento mío. Sé que se ha retirado y que hace una vida tranquila disfrutando de sus bien conquistadas rentas.

-Vamos a ver, de esas fiestas brillantes, ¿qué recuerdo fuerte tiene Paco?
-El de la puesta de largo de la hija de los duques de Medinaceli y de Alcalá, celebrada en la Casa de Pilatos. Allí había que emplearse porque lo imponían esos colosos que son "La Paquera" y Mairena.

-¿No teme a la merma de sus facultades?
-Hombre, eso es cosa que tiene que llegar en un momento dado, pero yo me cuido bastante y alterno con mesura. Cuando me falte la facultad de decir el cante me habrá faltado la vida.

-Mucha distancia pone.
-Toda la que me permita Dios.

Pues a seguir confiando en El y ojalá que en Sevilla, y que en Madrid, como en todas partes, Paco Isidro siga "sonando" que con ello suena también el nombre de la Huelva que le vió nacer, y a la que él lleva prendida en el fandango con el tremol de un sentimiento que la glorifica en esta, y en otras facetas, como tierra de brillantes cualidades.

ARTÍCULO José Medel Ortega

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'Paco Isidro', famoso en Huelva por sus cantes flamencos, fue también un excepcional recreativista. Su taxi estuvo a disposición del Club cuantas veces hizo falta y su Kiosco fue centro de reunión de los buenos recreativistas.


ARTÍCULO de JOSÉ MEDEL ORTEGA. HUELVA INFORMACIÓN/1505

HISTORIA DEL REAL CLUB RECREATIVO DE HUELVA
CIEN AÑOS DE FUTBOL EN HUELVA

'PACO ISIDRO'

El día 2 de julio, apenas finalizada oficialmente la temporada 1959/60, una triste noticia sacudió a toda la ciudad y a la gran familia recreativista. Francisco Barrera García, popularmente conocido en toda la región como 'Paco Isidro', había dejado de existir cuando apenas acababa de cumplir los sesenta y cuatro años de edad.
Paco, hombre sencillo donde los haya, había nacido en Huelva el 6 de marzo de 1896 y su marcha dejó un vacío que casi treinta años después no ha podido ser cubierto; tenía el número 343 de socio del Recreativo y como era propietario de un taxi y profesional del gremio, durante varias temporadas, en las que el Club hacía algunos de sus viajes en turismos, tal vez por aquello de la economía, se desplazó con el equipo a distintos puntos de nuestra geografía.
Aparte su acendrado recreativismo y popularidad en la vida local, Paco había escalado los peldaños de la fama como fiel y genuino representante de nuestro fandango que interpretaba en los ratos de ocio que le permitían su profesión, interviniendo en reuniones de amigos, tertulias y hasta en festivales de teatro, generalmente de carácter benéfico, homenajes, etc.
En su kiosco de El Punto se daban cita los aficionados que gustaban oir sus 'placas' de flamenco, generalmente del más puro fandango de nuestra tierra que él con tanta sencillez decía; más o menos acomodados en los veladores que, estratégicamente, distribuidos en los jardines, otorgaban unas horas de esparcimiento y tranquilidad en aquella Huelva tan diferente a esta de hoy en día, avasallada por el progreso.
La sin par 'Perlita de Huelva', en su 'Recuerdos a Paco Isidro', cantaba un cané del más puro estilo huelvano que decía:
"Al cielo que es su morada/
déjalo subir que va/
si quieres saber quién es/
de Paco Isidro es el alma/
que Dios lo llama con él".

Y sí, efectivamente; allá en el Reino de los Justos estará este onubense que con exultante orgullo cantaba aquello de:
"Y lo llevo muy a gala/
yo soy de Huelva señores/
en todas mis reuniones/
mi fandango es el que gana/
¡no tiene comparaciones!"

ARCHIVOS SONOROS

Discos de Pizarra
Olas de la mar; San Benito es mi patrón; A un águila palomera; Tengo que poner un barreno; Tengo una pena tan fuerte; Mira si es noble mi jaca; Que las estrellas van altas.
http://www.los40.com/musica/artista/paco-isidro/grandes-clasicos-cante-flamenco-24-pepe-rebollo-paco-isidro-antonio-rengel-creadores-fandango-huelva/19960715l40l40mus_26.Bes#ancla

Discos Hispavox (45 revoluciones)
http://www.goear.com/listen.php?v=4be1a4f

ARTÍCULO Juan Gómez Hiraldo


AL CIELO QUE ES MI MORADA
Una semblanza del Arte Flamenco Onubense
Excma. DIPUTACIÓN DE HUELVA

PACO ISIDRO
Nació el 6 de marzo de 1896.
Murió el 2 de julio de 1960.
Su verdadero nombre fue Francisco Barrera García.
Su padre fue Isidro Barrera propietario de una empresa de coches de caballo de alquiler y de aquí su nombre artístico de Paco el de Isidro, PACO ISIDRO en el decir cortado del choquero. En su niñez y por cuenta de la empresa prestó servicio permanente como cochero a un médico muy conocido de Huelva: Don Pedro Seras, que por ahí tenía una calle hasta hace muy poco.
Fue padre de seis hijos: cuatro hembras y dos varones. En su vida privada fue ejemplar. Era muy amante de su casa, sentía un gran cariño por su mujer y sus hijos, de los que estaba muy orgulloso.
(Paco Isidro vestía terno de caballero, siempre serio y elegante. En su madurez tenía el mejor taxi que existía en Huelva, un siete plazas. Usaba sombrero en todo tiempo y saludaba con él como un señor, siempre afectivo y receptivo).
Su afición a los caballos le viene de herencia de ahí sus innumerables fandangos alusivos a los mismos de los que el más famoso quizás sea aquel que decía:

Yo tengo un caballo bayo
que me costó un dineral
y ahora lo ando vendiendo
por lo que me quieran dar
y esa es la pena que tengo.

Empezó a cantar a los trece o catorce años. Su afición al cante nació de él mismo, pues en su familia no hubo ningún cantaor. Preferentemente cantó y explayó su arte en fiestas y en reuniones. Le llamaban continuamente de Sevilla, Cádiz, Jerez, Puerto de Santa María, practicamente de toda Andalucía. A la feria de Sevilla iba contratado todos los años y al Rocio no faltó un solo año en toda su vida de artista. Sentía una gran devoción por la Virgen del Rocio por lo que le dedicó muchas creaciones originales en Fandangos Rocieros y Seguidillas Rocieras.
(Paco Isidro vino a mi casa, en la calle San José nº6, de Huelva, traido por mi padre con motivo del bautizo de mi hermano Tomás. Yo tenía siete años. Venía acompañándole el maestro Rofa. Como sabía que mi padre era alosnero y mi madre también, no se salió en toda la noche de este palo. Cuando se metió el palo en candela le dió a los valientes y cantó:

Tan alta la ví subir
a un águila palomera
y luego la ví bajar
más humilde que la tierra
ya no ha vuelto a volar más
)

Actuó en muchos festivales por toda Andalucía y en la famosa sala de fiestas "El Guajiro" de Sevilla estuvo contratado con mucha frecuencia. En su juventud hizo la "copla andaluza" en el Teatro Pavón de Madrid, en unión de otros artistas famosos de la época.
En cuanto a grabaciones, antiguamente grabó en la Casa Odeón, La Voz de su Amo y la Casa Regal aproximadamente unos veinte o veinticinco discos. En sus últimos años grabó dos discos con la Casa Hispavox de los que es posible que aún queden algunos en el mercado.
En lo referente a guitarristas, le tocaron los mejores de sus épocas como Niño Ricardo, Manolo el de Huelva y en su madurez los Rofa, padre e hijo, Pepe Azuaga y Pepe Martínez, con el que grabó sus últimos discos.
Su creación artística fue de un gusto depurado y popular porque tenía una voz de gran timbre, con unos quiebros inimitables (salvo para Camilo Gómez, su gran intérprete actual) que abarcaba una gama de fandangos de mucha variedad a los que Paco Isidro imprimía el sello de su gran personalidad. Hizo fandangos, con su peculiar estilo, cortos, valientes, rocieros, alosneros, serranos...

Pastorcillo, que entre flores,
vas cantando en la ribera:
pídele a Dios que al ser hombre
la cabrilla que más quieras
no salga tirando al monte.

(Los fandangos alosneros los bordaba porque fue muy requerido siempre por la gente de "p'allá" para sus cachupinadas y de ella adquirió ese bagaje único de letras y estilos que conformaron en parte su forma de cantar).
Los fandangos con alusiones marinas fueron una determinante de su cante y creó coplas de una belleza poética rara y para siempre. Cantó al amor con la fuerza del enamoramiento y el mar fue en contrapunto, el telón de fondo que llenó de sentido sus fandangos:

Quién pudiera acariciarte
como el mar a mi barquilla...
Y en tu boquita besarte
como el mar besa a su quilla
y a la velita arrullarte.

O esta sentida declaración de amores con una rima deliciosa que ya es del pueblo y una bandera de choquerismo inembargable:

Concha llena de lunares,
olas de la mar en calma...
Si tú me das tus amores,
yo, te entregaré mi alma,
María de los Dolores.

Respecto a las "sevillanas", desde muy joven dominaba todos los estilos, enriqueciéndolas con su especial forma de cantarlas, destacando sobre todas, las seguidillas bíblicas alosneras, de las que conocía casi todas las letras por su contacto con los grandes cantaores aficionados alosneros con los que tantas veces alternó, compartiendo con ellos aquellas grandes Fiestas de las Cruces de Mayo, donde cada año surgían, como por generación espontánea decenas de nuevas letras para cada fiesta.
(Entonces los alosneros dejaban que fueran sus mujeres las que disfrutaran las fiestas y las dejaban repicar panderetas, tocar las palmas y trinar "palillos" en la mayor despreocupación, acompañando seguidillas y fandangos para bailar. Pero en coro, en "cané").

Otra faceta del arte largo de Paco Isidro eran las saetas que cantaba con un arte, una fuerza y un gusto extraordinario. Cuando Paco tenía el Kiosco Bar en el sitio conocido como El Punto, todos los años por Semana Santa, al paso por allí de las Cofradías de San Francisco y La Victoria del Polvorín, Paco les cantaba y allí -por sabido- se congregaba media Huelva para escucharle.
También cantaba muy bien las Verdiales y las Malagueñas. Decía en su opinión que tan bien como los fandangos; pero como se le llamaba para cantar fandangos, para mucha gente era inédita esta faceta del cante de Paco Isidro.
En lo referente a los estilos de fandangos de la provincia, los conocía a la perfección, cantándolos tal y como eran y dándoles al mismo tiempo el sello indiscutible de su personalidad. De sus fandangos hemos de decir que tienen un sello inconfundible, una gran fuerza y calidad y son, ciertamente, muy difíciles de cantar, en particular los valientes; por eso los cantaores prefieren otros estilos, pues teniendo la voz parecida, les son más fáciles de imitar.
Tenía verdadera pasión por las letras de fandangos; podía cantar más de 200 sin repetir ninguna. Unas eran creaciones suyas y otras se las hacían poetas y escritores amigos y después Paco las adaptaba al cante; todas a cual más bonita. Se puede decir que la inmensa mayoría de letras que ahora se cantan como populares, eran suyas. De tal forma era esto así que, hay anécdotas que refieren que en algunas reuniones en que intervino ejecutando largas tandas de fandangos, se hacían apuestas a ver si repetía alguna.

En cuanto a su perfil humano era un hombre de una gran personalidad, con una simpatía y un don de palabra enorme. Tenía amigos en todas partes en Huelva y fuera de ella. Sabía estar en su sitio y dárselo a todo el mundo; lo mismo le cantaba a un gran personaje que a un humilde bultero. Se entregaba a todos en su cante y por su cante porque era un verdadero profesional.
Sentía un gran cariño por Huelva. Por donde quiera que fué propagó el nombre de Huelva y sus fandangos y en todas partes se anunciaba como Paco Isidro, de Huelva.
(Por los años cincuenta, fuera de Huelva, no se conocía cantaor de más valía ni más famoso que Paco Isidro. La forastería lo tenía por el único representante de los cantes de Huelva, porque así era. La razón estaba en que como su otro negocio era el taxis, viajaba por todas partes cantando).

AZULEJO en El Punto

Así reza, en la actualidad, el monolito dedicado a este cantaor y que fuera inaugurado por el Excmo. Sr. Don Pedro Rodríguez, Alcalde de Huelva:

http://www.guiasemanasanta.com/huelva/es/calles_ficha.php?id=19

ARTÍCULO Antonio José Martínez Navarro


Ofrecemos el capítulo íntegro del libro "Historia Menuda de Huelva", Vol. III del escritor e historiador Antonio José Martínez Navarro, en el que se recopilan detalles curiosos del famoso Kiosco-Bar que regentara nuestro célebre cantaor.

EL CÉLEBRE QUIOSCO DE PACO ISIDRO


PACO ISIDRO en el centro de la imagen; a su izquierda, su hijo PACO; a su derecha, su hijo pequeño PEPE (Pepe Isidro)

Cuando en Huelva no quede nada típico -lo típico languidece en el mundo civilizado como un pájaro exótico preso en la jaula de la vulgaridad- quedará ella misma, con su puerto y olor a salitre, y ella y sus recuerdos serán lo típico de Huelva. Entre estos recuerdos que guarde la ciudad en su corazón, hay un establecimiento todavía envuelto en sus oros de prestigio. Nos referimos al quiosco que regentara el mejor cantaor de fandangos que ha dado Huelva, Paco Isidro.
El quiosco, inaugurado el 14 de junio de 1944, lo componía la mayor zona de los jardines del Hotel Colón. En su parte principal, la que daba a la esquina de la calle del Berdigón, estaba el quiosco, y en la parte que terminaba en la entrada de la Casa Colón existía una explanada. Allí, Paco Isidro consiguió que actuase la Banda Municipal de Música en varias ocasiones.
Se puede decir,sin entrar en exageraciones, que este quiosco tenía un sello distintivo especial. Las causas son múltiples. En aquellos tiempos en los que no proliferaban las radios, P. Isidro instalaba unos altavoces y allí iban muchas personas a escuchar, regocijadas, los éxitos de uno de los toreros más emocionantes que ha dado la Historia, Miguel Báez Espuny, "Litri"; la senda victoriosa de la selección española de balompié, que, en el Mundial de Río de Janeiro (Brasil), venció a la selección de la Pérfida Albión. Ambos acontecimientos fueron radiados espléndidamente por la voz del genial locutor Matías Prats, y a recrear sus ojos y su corazón con el espectáculo soberbio de una actuación del gran cantaor. Aquello fue el epicentro en Huelva del mundo del flamenco, ya que la gente no tenía medios para desplazarse a las ventas y se hacía del todo imposible que una familia decente se acercara al ambiente de los bares de la Carretera o de la calle Gran Capitán. Se puede decir que Paco Isidro, en su quiosco, puso el cante flamenco al servicio del pueblo llano de Huelva. Otro atractivo lo representaba la actuación de la Banda de Música.

Rememoremos una jornada del célebre quiosco. Nos acercamos temprano y ya tiene sus puertas abiertas. Nos sentamos y pedimos los churros que preparan, de forma admirable, Paco y Pepe, hijos del genial cantaor. Observamos que también se llevan papelones de esta deliciosa masa frita para la calle.
Sobre las 10 se acerca al quiosco un verdadero alud de clientes. Resultaba admirable, en épocas de restricciones de luz y cuando los aficionados iban al Velódromo en tardes de partido, el rendimiento que los propietarios obtenían de aquellas conocidas maquinillas a las que había que hacer presión para que funcionaran. Imaginémonos la lucha que había que entablar para poner en poco tiempo 175 o 200 cafés.
Como desde el primer día este quiosco tuvo un gran éxito, van desfilando por él recreativistas (Paco Isidro fue durante muchos años socio del club Decano e, incluso, llevó en varias ocasiones a la expedición albiazul a jugar a otros lares), intelectuales, amantes del arte de Cúchares...
Llega la hora del aperitivo y el excepcional dominio culinario de la Sra. de Paco Isidro, María Benítez popularizó las especialidades de menudillo de pollo; asadura con tomate... Se saborean las gambas rebozadas y aliñadas. Se degusta el pollo al ajillo, que se ha puesto de moda. La gente se hace lengua de las tortillas de bacalao...
Para acompañar estos manjares, las personas de más modesta economía consumían vino. Como no había cerveza, los que disponían de saneada pecunaria (gente de la Pescadería, que en aquella época ganaban mucho dinero, como exportadores, armadores, etc ; o gente de la buena sociedad), la sustituían por sidra, que pedían por medias o por botellas completas.
Por la tarde volvían hacer acto de presencia los cafés y a partir de las nueve de la noche, se volvían a solicitar las ricas tapitas de doña María.

En la década y pico que estuvo establecido el quiosco en la Plaza del Punto ha sido testigo mudo de varias efemérides: llegada y recibimiento que las autoridades le hicieron a Evita Perón; paso de la caravana que llevaba al general Franco en una de sus visitas a Huelva, con la escena pintoresca de ver como se llenaron de agentes de seguridad con fusiles las azoteas de los rincones colindantes; el paso, tras su arribada, del primer Obispo que tuvo la Ciudad; de la nevada que cubrió de níveo manto a Onuba, y de las restricciones de luz eléctrica (lo solucionaban tendiendo de palmera a palmera un alambre con carburadores), de agua, (estaba prohibido regar los jardines, pero los jardineros municipales dejaban ex profeso las mangueras con la llave abierta de la boca de riego y a las dos de la madrugada los hijos de Paco Isidro regaban para que aquel rincón siguiera siendo idílico...
Si con el cierre del quiosco en 1956 terminó su historia, ya saben los amables lectores que como testimonio de admiración a la voz de Paco Isidro, a la importancia que para el transcurrir cotidiano onubense supo darle el genial cantaor, elevaron el monumento que sigue en El Punto, que ni fuerzas humanas ni acción del tiempo deben quitar de ese emplazamiento, ya que todavía juguetean por sus inmediaciones los rojos geniecillos del fuego sagrado del flamenco, que, rindiéndole pleitesía, ponen a diario una crepitante corona de llamas al eterno cantor de Huelva. Que así sea.

POEMA Diego Díaz Hierro


PACO ISIDRO

Que no me puedo callar,/ aunque me impongan silencio.

Dejen que se caiga sola/ esta amargura que tengo,/ como se cae de las flores/ el armazón de sus pétalos.

La pena se ha hecho redonda/ y rueda por los esteros.

De la noche a la mañana/ se vistió el cante de negro;/ desde un polo al otro polo,/ desde la piel a los huesos;/ porque murió PACO ISIDRO,/ gran artista y caballero.

Que no me puedo callar,/ aunque me indiquen silencio.

¡Ay del fandango de Huelva,/ herido mortal por dentro!

¿Desde dónde, Paco Isidro,/ nuestro dolor estás viendo?/ ¿Desde qué chato de vino?/ ¿Desde qué colmao desierto?/ ¿A qué playas sin arenas/ llegó el afán de tu vuelo?/ ¿Sobre aquel caballo bayo,/ que te costó gran dinero/ y que nadie te compró/ cuando quisiste venderlo,/ te has ido, quizás, cantando/ por un campo de luceros?

Dime: ¿Desde qué templete/ de adelfas estás mintiendo/ al decir que te has marchado/ y está tu voz en el viento?

Porque estás ausente, claro;/ pero "no de pensamiento",/ que se dora con tu cante/ de cobre y de terciopelo.

Huelva puso en tu fandango/ los latidos de su pecho./ Y se vistió de alegría/ cada vez que tu requiebro/ sonaba en el aire suyo/ de España o el extranjero:/ pues fuiste por esos mundos,/ anhelante y quijotesco,/ chorreando fandanguillos/ sorprendentes de maestro.

La emoción de sus artistas/ y el valor de sus toreros;/ la beldad de sus mujeres; el músculo y el arpegio;/ el ir y venir de todos/ en el más divino aliento;/ toda la constelación/ en ascuas de sus desvelos,/ figuran hoy detenidos,/ ensimismados: que han puesto/ sobre su fe la noticia/ de que para siempre has muerto.

Y nos parece mentira./ ¡Y no queremos creerlo!

¡La pena se ha hecho redonda/ y rueda por los esteros!/ De la noche a la mañana,/ se vistió el cante de negro.

¿Pero es verdad el rumor?/ ¿Pero fue verdad tu entierro?

¡Ay, Paco Isidro! Te has ido,/ pero no "de pensamiento/ que el artista que fallece/ -siendo artista de los buenos-/ no lo siega cruel guadaña,/ ¡ni lo traga un cementerio!

...

Fachada original de la casa de PACO ISIDRO, sita en calle Arquitecto Monís. La planta alta estaba habilitada como vivienda familiar. La planta baja servía de "cochera".
En la foto, aparece su esposa, Doña María Benítez Álvarez, con uno de sus seis hijos.

ARTÍCULOS Diego Díaz Hierro

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A continuación se reproduce parte del capítulo, incluido en el libro que lleva por título: "Historia de las Calles y Plazas de Huelva. Tomo II" del ilustre periodista, poeta e historiador D. Diego Díaz Hierro, en el que hace mención del cantaor onubense.

DISTRITO DE COLON
CALLE ARQUITECTO MONIS
GLORIA DE ESTA CALLE: PACO ISIDRO
PERENNE NOMENCLATURA

EL GRAN ARTISTA NUESTRO, F. BARRERA GARCÍA: "PACO ISIDRO"

El inolvidable Paco Isidro, casado con doña María Benítez Alvarez vivió en esta calle desde el año 1921 hasta su inesperada y llorada muerte, ocurrida el día 1 de julio de 1960, en la flor de sus días artísticos, a los 64 años de su edad. Dejaba en el mundo, fruto de su matrimonio, a unos hijos inmejorables, en lo que salían a la ejemplar pareja: doña María, doña Josefa, doña Aurelia, don Francisco, doña Carmen y don José; hijos políticos, don José Payán Herves (fallecido), don José Santos Martínez y doña María Herrera. Su reliquia principal, el cante que nos dejó: con su arte , con su emoción, con su onubensismo.
Tengo aquí delante tal vez parte de lo que se ha escrito de Paco Isidro, el artista que dio a Huelva mucha gloria y prestigio con sus fandangos y, naturalmente, a su calle. Al azar, nos inclinamos por el artículo periodístico titulado "Por las huellas de Colón", original de A. Casquete Hernando, publicado, después de una jira por estas tierras nuestras, en el "Correo Extremeño", y, aflorado en copia, en el "Diario" del 4 de mayo de 1929. Luego de aludir su autor a un grato encuentro en uno de esos paseos, añade:
"Hemos dicho un feliz encuentro. Saludar a un artista es siempre una felicidad para el que suscribe. Hemos encontrado junto al puerto de Huelva a Paco Isidro, El "Niño Isidro", como rezan las etiquetas de las placas de gramófono, es uno de nuestros más finos cantadores de flamenco. En el aire popular de nuestro clásico fandanguillo de Huelva hace verdaderos prodigios de ritmo y de garganta. Tiene alguno de éstos de su exclusiva. Al volante, los ojos fijos en dirección a Palos, nos tararea uno de los más célebres:
Mi mare me dijo a mí
que en vez de llorar, cantara;
que echara penas al aire
y de ti no me acordara.
¡Qué buena era mi madre!
"Los últimos ecos lastimeros del fandango prodigiosamente cantado, se enlazan con las frases admirativas de alguien que nos acompaña. Pasamos sobre el Tinto. Es una sorpresa para quien nos acompaña:
-¡Sangre!
-No, señora- exclama Paco- es la muestra del vino del Condado...".


UNA IMBORRABLE ENTREVISTA CON PACO EN 1957

En la revista "El Lábaro", correspondiente al mes de mayo del año predicho, tuvimos el honor y la satisfacción de publicar una interviú sostenida con Paco Isidro, tan popular entonces como en sus tiempos más jóvenes y lisonjeros.
Entre otras cosas, le pregunté: Siendo usted maestro del cante de Huelva, que en cierto modo pinta y cincela estados de ánimo, pasiones y otras circunstancias psíquicas difíciles de concretar en la plástica, ¿cuál es su modalidad del flamenco; qué es cante "jondo" y otras cosillas con él relacionadas?
Isidro, que no fuma nada y no puede, por tanto, acariciar su contestación como lo hacen los más elegantes y aparatosos fumadores, responde con una sorprendente facundia: -"Odio los aparatos y las categorías, pero existen los estilos en el cante, y allá va. El "jondo" es como un lamento que se clava en el alma; quizás por ello reciba este nombre, con "h" aspirada que dicen los técnicos, ¿no es así? Penetra más; y para los no especializados constituye en muchos casos una mortificación. Yo lo admiro; pero comprendo que, con todos sus méritos, su público es más reducido. Entran aquí las seguidillas gitanas, las soleares, las serranas y... alguna más".
-¿Y el otro?, le inquirí.
-Hay otro cante que se llama liviano, en el que podemos catalogar las verdiales, tan admirablemente cantadas por Juan Breva; las granadinas y las alegrías de Cádiz. Y, por último, el cante regional con más amplios horizontes".
-Sus famosos "fandangos de Huelva", ¿en qué clasificación los incluye?
Y don Francisco Barrera, como si estuviese en su cátedra, nos contestó:
-A pesar de tener algo de sangre flamenca y de estar animado de esta alegría y colorido del cante liviano, saliéndose de los límites del antes aludido cante regional, el fandango que he creado; el ya famoso "fandango de Huelva", que tantos imitadores ha tenido -a veces con menoscabo de su propia gracia-, tiene un no sé qué distinto a todo lo demás, que ha cautivado a infinitos admiradores. Ese atractivo puede traducirse en una valentía arrolladora; en una fuerza y policromía de tonos insuperables, que se elevan en un compás hecho mejor a la guitarra. El Niño de Cabra creó un precioso fandango: el de Lucena. El fandango de Huelva (y esto no es vanidad) le supera, porque llega al alma; y ésta sí que quisiera que este fandanguillo se le clavara".
-Pues... ¿no lo hace?, le argüíamos nosotros.
-No, se entroniza como un rey, que no es lo mismo. Y allá en el abismo; sin nada terrorífico, ni necrológico (recuerde usted cómo han interpretado el cante jondo los inmortales pinceles de Romero de Torres) goza incomparablemente el artista y los que le escuchan".


DESPUES DE LA INESPERADA MUERTE DEL GRAN ARTISTA

Después de la muerte del maestro, los escritores de Huelva y admiradores de su arte, llenos los ojos de lágrimas y la mente de sentida inspiración tuvimos a bien dedicarle nuestro póstumo homenaje. Isidro era, además de un excelente artista, un amigo caballeroso y leal. El 12 de julio del mentado 1960, "Odiel" publicaba un precioso trabajo de Francisco López Jara, con el doble título: "Llora el fandango de Huelva: Con la muerte de Paco Isidro perdió su mejor intérprete". El 1 de noviembre del mismo año, firmábamos nosotros en el mismo diario el artículo "Paco Isidro y sus tres épocas", o "Recuerdos de su arte insuperable como flores ante su tumba" (nicho), una fotografía de la cual, obtenida en el mismo cementerio, ilustraba, en la víspera de la celebración de los Fieles Difuntos, nuestra adhesión y colaboración. Y el estimado amigo Pepe Calero y Calero, pasados los años, el miércoles, 9 de julio de 1975, en su sesión "Cantaores onubenses", trató de su cante.


HOMENAJES LIRICOS EN HONOR DE PACO ISIDRO

A la vista de los hechos, creemos que el mejor homenaje artístico, sentimental y elocuente es el que "Perlita de Huelva" le ha dedicado en el repertorio de sus magníficas canciones. Perlita, como Isidro, han comprendido que el buen arte es como la levadura del sentimiento, de la tristeza que se nos mete dentro haciéndonos correr las lágrimas por las mejillas, sin que seamos niños llorones. Perlita de Huelva, con su letra y con el estilo que copia del maestro para mejor encajarlo en su tributo de admiración, logra perennizar a Paco Isidro, ya que éste, si bien pudo dejarnos su voz en algunos discos, no alcanzó el operaje y progreso de las populares cintas magnetofónicas.
Perlita de Huelva merece todas nuestras simpatías al dejarnos ese homenaje del vecino tan eximio que artística y hombríamente tuvo la calle de Arquitecto Monís.


NUESTRO TRIBUTO EN EL RECITAL DEL 11 DE ABRIL DE 1962, EN EL SALON DE ACTOS DE LA CASA SINDICAL

El último homenaje en prosa que se le ha dedicado al inmortal "Paco Isidro" ha sido en la joven sección de este periódico, titulada "Buenos días, Huelva", donde su autor, don Gustavo Castillo Rey (martes, 28 del pasado mes de marzo), con razones poderosas y grata literatura, no sólo admitía como justo y jubiloso el recuerdo de una calle que el Ayuntamiento, asesorado por nosotros, le había dedicado por cuanto su "choquerismo" y personalidad artística lo venían demandando, sino que también tenía la palabra la propia Huelva: la popularidad de sus gentes de una y otra condición, siempre comprensiva y premiadora de todos los méritos de sus paisanos.
Al querer sumarnos a esa joven invitación de Castillo Rey, nos echamos "palante", como dicen los castizos y brindamos porque ese recuerdo u homenaje se concrete en la instalación de una lápida conmemorativa en la fachada de la casa donde vivió y murió el célebre cantaor de los "fandangos de Huelva", don Francisco Barrera García. Para que esta idea sea proyectada en el sitio más visible de la fachada de la casa, nos honramos con la ilustración fotográfica de la misma. Así veremos cómo hay sitio suficiente para que la lápida, costeada al menos por la vecindad del distrito de Colón, de material noble y de inscripción sencilla, pero precisa, nos diga que tan eminente artista del cante onubense, progenitor de la familia a que en buena parte sigue viviendo en ella, nació y falleció en tal finca rústica, restaurada hoy muy sobria y elegantemente.
Al fondo, en la famosa Venta de Isla Chica
PACO ISIDRO en su Coche de Caballo

BIOGRAFIA


D.Diego Díaz Hierro en su artículo "Cantaores onubenses" escribió que, tras su muerte, nos había dejado la reliquia de su cante; José Calero lo proclamaba como poseedor de una voz maravillosa y dominadora de varios estilos; el gran flamencólogo López Jara, nos decía que, con su muerte, el fandango de Huelva perdía a su mejor intérprete; Onofre López que fue el cantaor más emblemático de Huelva; Gómez Hiraldo que poseía un estilo depurado con un timbre de voz y unos quiebros flamencos insuperables; Juan de la Plata que fue el mejor cantaor por Huelva de todos los tiempos; Montero Escalera que tuvo una voz que ningún cantaor pudo igualar; y, el historiador Antonio J. Martínez Navarro, en su obra titulada: "Historia Menuda de Huelva", lo calificaba como "el gran Paco Isidro, que fue Huelva, porque la llevaba en su corazón".

PACO ISIDRO, cuyo verdadero nombre era Francisco Barrera García, nació el 6 de marzo de 1896, en Huelva. Comenzó a cantar a una edad muy temprana (con doce o trece años) siendo totalmente innata su afición al cante; pues, no existían precedentes familiares.

Compartió el Cante con sus tres negocios que fueron: en primer lugar, un Coche de Caballos (negocio que heredó de su padre), de ahí, sus innumerables letras alusivas a los mismos; como aquella que decía: "Yo tenía un caballo bayo/ que me costó un dineral/ Yo tenía un caballo bayo/ y ahora lo ando vendiendo/ por lo que me quieran dar/ y esa es la pena que tengo"... a modo de despedida del mundo del caballo. A continuación, sería un Taxi, con el que, dado sus continuos viajes por toda la provincia, sobre todo el Alosno, llegó a conocer la rica variedad de sus fandangos. Y, por último, un Kiosco-Bar, en un lugar tan popular y choquero, como era El Punto; o, como muchos lo llamaban: "Los Jardines de Paco Isidro". Precisamente, en éste (durante los años cuarenta y mediados de los cincuenta) promocionó el Cante Flamenco; pues, todos los sábados instalaba una especie de escenario en el que actuaron, practicamente,todos los artistas de Huelva; así como, varios conciertos de la Banda Municipal tras conseguir el oportuno permiso del Exmo. Ayuntamiento de la capital onubense.
Durante la Semana Santa, se convertía en cita obligada de los onubenses para oirle cantar saetas al paso de las Cofradías de la Virgen de la Victoria, del populoso barrio del Polvorín; y de la Virgen de la Esperanza, del de San Francisco.
Por todo ello, dicho lugar fue el elegido para perpetuar los Cantes de Huelva con un monumento, a propuesta del recordado Pepe Sollo, y que, pronto, contó con el consenso unánime del mundo del flamenco.

Al no depender exclusivamente del Cante, le permitió una estabilidad en su vida privada y artística, de la que no disfrutaron la mayoría de los cantaores de su época. El 12 de octubre de 1920 contrajo matrimonio con Dª. María Benítez Álvarez, en la Parroquia de San Pedro. Fue padre de seis hijos: Josefa, María, Aurelia, Paco, Carmen y Pepe; a los que profesaba un profundo amor y respeto.
En cuanto a su perfil humano, era persona de excepcional humanidad, de gran simpatía y don de palabra. Sabía estar en su sitio y dárselo a todo el mundo. Su seriedad y honestidad le valieron la consideración y respeto de todas las personas que lo conocieron; pudiendo decirse que fue una verdadera institución en Huelva, de la que se hallaba muy orgulloso pregonándola, allá donde fuere, como "Paco Isidro de Huelva".

PACO ISIDRO fue un gran creador y un gran intérprete; pues, no hay que confundir: Crear con Interpretar. Y, en él, confluían las dos vertientes. Poseía una voz riquísima: sus quiebros; sus gallos flamencos; y su suavidad le daban una gran majestad a sus cantes. Creó un estilo de Fandango único e inigualable. Entre sus características más destacadas se pueden citar: una enorme valentía en los tonos altos; una cadencia y modulación exquisita en los tonos medios; y un gran dominio de los tonos bajos. Así como, el ligar dos tercios: bien en la mitad del fandango; o, al final. Rematándolos siempre con suma facilidad. Dominaba casi todos los palos; tan bien, como los fandangos. Pero, él sacrificó estos Cantes a favor del Fandango de Huelva, al que dedicó todo su esfuerzo, dándole un esplendor y categoría como jamás tuvo.

Al principio de los años veinte, grabó en la Casa Odeón y Regal, alrededor de la veintena de discos de pizarra. Ya con su estilo totalmente definido, grabó unos cuarenta Fandangos por Huelva, todos distintos; pues tenía muchas variantes dentro de su propio estilo, con letras como: "Al cielo que es mi morada"; "En tu cara se posó una linda mariposa"; "Ojos de garza morena"; "Y ese es el fino querer"; "Y el tiempo le dá el color"; "Su cría yo le robé"; "Olas de la mar en calma"; "A un águila palomera"; "Y juntaremos dos firmas"; "El querer como el sentir"; "Tu querer ni un solo día"; "Lo quiere cantar cualquiera"; y, un largo etc. También dejó grabados catorce Fandangos Naturales de su creación, con letras como: "Que me costó un dineral"; "Y tú vivirás divertío"; "No hago más que llorar"; "Mi mal ya no tiene remedio"; etc. Asimismo, Fandangos del Cerro y del Alosno; como también, Fandangos de Pérez de Gúzman, pero dándole a éste último, en el primer tercio, una salida en un tono al que jamás ha llegado nadie. Tarantas, Granaínas, Malagueñas, Saetas.
Fue un gran saetero. Cuenta en una entrevista que le hizo D.Diego Díaz Hierro, poeta e historiador, gran amigo suyo, que "en aquellos desgraciados tiempos para España, fue contratado a Sevilla para cantarle a Jesús del Gran Poder. Corrían rumores de que se pretendía atentar contra la imagen de Jesús y, entonces, desde un balcón le cantó esta saeta: "Si alguien te alza la mano/ o te ofende Gran Poder,/ yo te juro Dios Soberano/ que ése no ha podido nacer/ bajo cielo sevillano"... "Aquello -recuerda- fue indescriptible".

Pero fue un hombre que no se quedó anclado en el pasado; sino que, durante los siguientes cuarenta años, fue evolucionando constantemente hasta llegar a sus últimas grabaciones en la Casa Hispavox (1959), dejando para la Historia del Flamenco: Fandangos de una belleza muy difícil de igualar; así como Sevillanas Rocieras suyas, muy flamencas; y unas Seguiriyas Bíblicas. Respecto a estas últimas hay que decir que, si bien en Alosno se cantan en tono folclórico, PACO ISIDRO las paró, haciéndolas más lentas y flamencas... pudiéndose decir "al estilo de Paco Isidro".

En los años veinte, cantó en Madrid en el Price y en varios Teatros, sobre todo, en el Teatro Pavón, haciendo La Copla Andaluza, de Quintero y Guillén, siendo la figura femenina Olvido Rodríguez. Traspasó las fronteras de Francia y Portugal. Y, por cierto, en los carteles lo anunciaban como "El Profesor Don Paco Isidro y Olé".
Estuvo también en Fiesta privada en Estoril, en villa Giralda, residencia de Don Juan de Borbón, quien quedó tan impresionado por su Cante que le envió un Retrato suyo dedicado de su puño y letra; y, en el que decía: "a Francisco Isidro. Firmado Juan de Borbón, 1956".
Tenía un contrato para protagonizar la película "El Embrujo de Sevilla", pero una indisposición le privó de poderla hacer.
Su primera actuación como Profesional, fue en Sevilla en el célebre Café Madrid, que tenía una Sala de Fiesta llamada "el Tronío", en la misma calle Sierpes.
Estuvo en varias ocasiones representando al Pabellón de Huelva en la Feria de Muestra de Madrid. Actuó en los Festivales de Primavera que se celebraban en el Parque de María Luisa; en el Teatro Lope de Vega; en la Sala de Fiesta del Guajiro; y, practicamente, en todos los Teatros de Andalucía. Sin mencionar las distintas Fiestas y Reuniones de carácter privado en las que participó a lo largo y ancho de toda la geografía andaluza.
A la Feria de Sevilla iba contratado todos los años. En cuanto a la Romería del Rocío se puede afirmar que no faltó a la cita marismeña por la gran devoción que siempre profesó hacia la Blanca Paloma; de ahí, sus innumerables letras dedicadas a la Virgen y al Rocío.
Esto en cuanto a presencia física; ya que la artística trascendió los límites de España llegando a media Europa y varios paises hispanoamericanos, al coincidir sus últimas grabaciones, en discos de cuarenta y cinco revoluciones, con el apogeo de la emigración de los trabajadores españoles.
Por estas consideraciones, se puede afirmar que PACO ISIDRO fue Huelva; la llevaba en el corazón; erigiéndose en el gran paladín de los Cantes de esta provincia.


Poseía un repertorio muy extenso de letras; todas preciosas y nada trágicas; pues, como él solía decir: "Le llamaban para alegrar y no entristecer". Muchísimas de estas letras las hacía él mismo, debido a la facilidad que tenía para ello. Otras, amigos escritores y poetas que, conociendo su interés por las mismas, se las mandaban constantemente. Posteriormente, él las retocaba para adaptarlas al Cante.

PACO ISIDRO le dio prestancia y categoría al Cante, sacándolo de los reservaos y tabernas, en las que se cantaba marcando el compás con los nudillos, alcanzando las más altas cotas de calidad.
En lo referente a guitarristas grabó con los grandes de aquella época: Niño Ricardo; Manolo de Badajoz; y, más tarde, Pepe Martínez.

Lo que sí está demostrado es que creó un estilo de Fandango de Huelva único e irrepetible; tal es así, que muy pocos aficionados se atreven a cantarlo; lo que conlleva una parte positiva y otra negativa. Positiva, porque demuestra su calidad y que es distinto a los demás; y, negativa, porque los aficionados eligen otros estilos que les son más asequibles, por lo que se escucha cantar menos por él.


PACO ISIDRO fue abrazado eternamente por la tierra que tanto quería el 1 de julio de 1960.
El día 6 de marzo de 1996 se cumplía el Centenario de su Nacimiento. Conmemorando dicha efeméride, el Pueblo de Huelva le ofreció un Gran Homenaje, con Misa Flamenca en la Iglesia Catedral de la Merced de Huelva. Ofrenda de flores en el Cementerio de la Soledad. Y, por la noche, un Gran Festival de Fandangos dedicado a su memoria en el Gran Teatro de la capital onubense, contando con la presencia de las Autoridades Locales y Representantes de todas las Peñas Flamencas de Huelva y provincia.
A lo largo de dicho año, fueron muchísimas las Peñas que le rindieron sus homenajes particulares.